- cecyesparzadiaz
- Jun 14, 2019
- 2 min read
Updated: May 19, 2020
Un viaje comienza cuando alguien decide o se ve obligado a cambiar. Hace 6 meses comencé un viaje que cambiaría mi vida para siempre, ya que nunca viajé o viví sola por un largo período de tiempo antes.
Acababa de cumplir 21 años tres meses antes de dejar mi ciudad natal y graduarme en diciembre de 2018. Me fui a un nuevo país a 9272 millas de distancia en enero de 2020. Llegué a un nuevo trabajo en un continente diferente con diferentes idiomas y tradiciones.
Quedarme sola no fue ningún problema. Como practicante en la recepción con un contrato ya firmado por ambas partes, mi estadía fue bastante segura. No tenía que preocuparme por pagar alquiler y si cuidaba mis gastos podría ahorrar hasta un tercio de mis ingresos.
También tuve tiempo suficiente para pasear por la ciudad. En los primeros tres meses exploré algunas de las atracciones más visitadas e intenté integrarme tanto como pude en actividades culturales para sumergirme en la cultura tailandesa.
El único problema que tuve aparte de un pequeño período de soledad fue un aura tensa en el entorno de trabajo. Intentando no entrar en detalles, solo diré que fue algo que incluso me advirtieron desde mi llegada. Más tarde, los asuntos de horarios locos debido a la falta de personal, las consecuencias de la mala capacitación y el cambio de administración afectaron a todos los empleados restantes.
Esta es una situación poco común, pero la comparo con cualquier persona que trabaje en un trabajo diurno con problemas internos y que esté tratando de decidir tomar un camino diferente en sus vidas. Y decidí que no quería pasar el resto de mi tiempo en Tailandia estresada por los problemas de la empresa o de otras personas. Antes de viajar a Bangkok ya tenía la idea de viajar al sudeste asiático cuando terminara mi contrato de todos modos, así que decidí acortarlo y comenzar a viajar de inmediato. Hace unos años me encontré con una cita muy poderosa que me hizo comprender muchas cosas por las que he pasado en la vida:
"Toda destrucción es un renacer"
Me di cuenta, a medida que pasamos a través de diferentes trabajos, relaciones, opciones de carrera, capítulos y caminos de la vida; nuestro propio crecimiento natural y más... tendemos a dudar de nosotros mismos, tener miedo de nuevos comienzos o decidir poner fin a las cosas que nos hieren o no nos sirven para ningún otro propósito. Aunque solo tenía 21 años, las experiencias que tuve antes, tanto personales como profesionales, me hicieron darme cuenta de que lo más aterrador de la vida es ser estable y estático. Pegarse y apegarse a personas, lugares, situaciones, cosas, comportamientos, pensamientos, recuerdos... Todos estamos en constante evolución, aprendiendo y creciendo, aunque no nos demos cuenta, pero he decidido ser plenamente consciente de ello y asumir la responsabilidad de mi vida. Decidí vivir una vida de desarrollo constante, que es algo en lo que trabajo todos los días. Uno de mis escritores favoritos (Oscar Wilde) dijo una vez "Definir es limitar". Definir las cosas es esencial para entender, pero dejar que nos limiten no es bueno.
Para más viajes y contenido personal, sigue mis redes sociales a continuación.